El 22 de febrero se conmemora el Día Europeo de la Igualdad Salarial, una jornada para reflexionar sobre la necesidad de eliminar la brecha salarial de género e impulsar acciones concretas que garanticen la igualdad real entre hombres y mujeres.

La igualdad salarial entre hombres y dones es un principio fundamental reconocido tanto en la legislación española como en los directivas europeas, pero no obstante, los datos recientes demuestran que la brecha salarial de género continua siente una realidad. Según el Informe sobre desigualdad salarial en Cataluña el 2022, publicado por el Departamento de Trabajo el pasado 19 de febrero, las mujeres han percibido, de media, casi 6.000 euros menos en el año que los hombres, el que equivale a una brecha salarial del 19,5%. En términos de salario por hora, las mujeres han ganado un 11,6% menos que los hombres.

Por qué se produce la brecha salarial?

Esta desigualdad no responde solo a una discriminación directa, sino que se deriva de varios factores estructurales. En primer lugar, la segregación ocupacional continua siendo uno de los elementos clave: las mujeres son mayoría en sectores menos remunerados, como la educación o los servicios sociales, mientras que los hombres predominan en sectores mejor retribuidos, como los finanzas o la tecnología. Además, el tipo de jornada también influye de manera determinante, puesto que las mujeres tienen una tasa de trabajo a tiempo parcial muy superior a la de los hombres, hecho que reduce sus ingresos anuales.

Otro aspecto crucial es el impacto de la maternidad en la trayectoria profesional de los des. Según los estudios de la Premio Nobel de Economía 2023, Claudia Goldin, «la maternidad marca un punto de inflexión en la carrera de muchas mujeres, reduciendo su participación en el mercado laboral y limitando sus oportunidades de promoción, puesto que los políticas laborales penalizan los interrupciones profesionales, que siguen todavía siendo más frecuentes en las mujeres». Además, los datos del informe muestran que la brecha salarial aumenta con la edad, siendo especialmente elevada en el grupo de mujeres de 55 años o más.

En conclusión

Las conclusiones del informe señalan que, a pesar de que la brecha salarial ha logrado su nivel mínimo histórico, su reducción es lenta e insuficiente. Las desigualdades en las condiciones de trabajo, la persistencia de estereotipos de género y la falta de mesures efectivas para garantizar la corresponsabilidad en los curios familiares siguen siendo barreras para conseguir la igualdad salarial.

Por tanto, es necesario continuar impulsando políticas que promuevan una distribución más equitativa de las responsabilidades familiares, que fomenten la presencia femenina en sectores de alta remuneración y aseguren la transparencia salarial. Solo así se podrá andar hacia un mercado laboral justo, donde el género no sea un factor que determine la retribución de una persona.


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