Este derecho, que afecta directamente a la autonomía corporal y la salud de millones de mujeres y personas gestantes, se encuentra hoy en el centro de tensiones políticas, ideológicas y religiosas. Mientras algunos países avanzan hacia una mayor protección legal y social del derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo, otros experimentan retrocesos alarmantes que ponen en riesgo la libertad, la libertad.

En este artículo, exploraremos varios casos específicos en todo el mundo que ejemplifican tanto los avances como los peligros actuales en relación con este derecho fundamental. Hablaremos de Francia, que ha hecho historia blindando el derecho al aborto en su Constitución; ha sufrido graves regresiones. Este recorrido global nos permitirá entender mejor las dinámicas actuales y la necesidad de seguir defendiendo nuestros derechos: porque aunque pueden parecer consolidados, la realidad nos demuestra que se pueden perder con una facilidad alarmante si no se protegen.

Argentina: de referente regional a la regresión

En 2020, Argentina aprobó la Ley 27.610, legalizando el aborto hasta la semana 14 de gestación. Esta medida redujo drásticamente las muertes maternas por abortos inseguros. Sin embargo, desde la llegada al poder del presidente Javier Milei en 2023, se han implementado políticas que dificultan el acceso a este derecho:

  • Suspensión de la distribución de medicamentos esenciales como el misoprostol.
  • Desmantelamiento de programas de salud sexual y reproductiva.
  • Transferencia de la responsabilidad a los gobiernos provinciales, muchos de los cuales carecen de recursos ni voluntad política para garantizar el acceso.

Estas acciones han generado un aumento de las barreras para acceder a abortos seguros, especialmente en zonas empobrecidas, provocando un incremento del miedo y la estigmatización hacia las mujeres que buscan este servicio.

Polonia: restricciones severas y persecución

Polonia es uno de los países de la Unión Europea con las leyes de aborto más restrictivas. En 2020, el Tribunal Constitucional eliminó la posibilidad de abortar en casos de malformación fetal grave, dejando sólo dos excepciones: peligro para la vida de la madre y embarazo resultante de violación. Además, se han registrado casos de acoso a activistas que ayudan a mujeres a acceder a abortos, como el caso de Justyna Wydrzyńska, acusada por facilitar píldoras abortivas

Estados Unidos: consecuencias de la revocación de Roe v. Wade

En 2022, el Tribunal Supremo de Estados Unidos revocó la sentencia Roe v. Wade, permitiendo a los estados establecer sus propias leyes sobre el aborto. Esto ha provocado que varios estados adopten leyes muy restrictivas, poniendo en peligro la salud y la vida de muchas mujeres. El caso de Amanda Zurawski, a quien se le negó un aborto pese a estar en riesgo su vida, ejemplifica las consecuencias de estas políticas.

Ante este preocupante contexto de retrocesos, también hay países que han decidido avanzar con determinación:

Francia, pionera en la protección constitucional de los derechos reproductivos.

En marzo de 2024, Francia hizo historia al convertirse en el primer país del mundo en incluir explícitamente el derecho al aborto en su Constitución. Con esta reforma, se reconoce solemnemente la “libertad asegurada” de las mujeres a interrumpir voluntariamente el embarazo, blindando así este derecho ante posibles cambios políticos futuros. La iniciativa fue aprobada con un amplio consenso parlamentario y contó con un fuerte apoyo social, poniendo de manifiesto una clara voluntad de proteger los derechos reproductivos como un elemento esencial de la democracia y la igualdad de género.

Esta decisión no se produjo en un vacío político, sino como respuesta directa a los retrocesos vividos en otras partes del mundo. Ante la amenaza real de regresión, Francia ha optado por avanzar, enviando un mensaje contundente: los derechos conquistados no sólo deben preservarse, sino que hay que fortalecerlos jurídicamente para garantizar que sean realmente irreversibles.

En conclusión

El derecho al aborto es mucho más que una cuestión legal: es una expresión directa de la libertad, la dignidad y la autonomía de las mujeres. Los ejemplos analizados muestran cómo este derecho, lejos de estar garantizado de manera universal, sigue siendo objeto de disputa y regresión, incluso en sociedades que lo daban por consolidado. Asimismo, iniciativas como la reforma constitucional en Francia demuestran que es posible avanzar hacia una protección más firme y efectiva de los derechos reproductivos, siempre que exista voluntad política y apoyo social. Este contraste global nos recuerda una lección fundamental: los derechos deben construirse, protegerse y reivindicarse cada día. No podemos permitir que el silencio o la indiferencia abran la puerta a la pérdida de lo que tanto ha costado conseguir.


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